"Tenían en el planeta Marte, a orillas de un mar seco, una casa de columnas de cristal..."
Ray Bradbury, Crónicas Marcianas, 1946.
Hay algo con Marte que obsesiona. Quizá sea su color rojizo. Tal vez lo "cercano" que se siente desde la Tierra. O probablemente esté relacionado con su nombre, esa oda al dios de la guerra, un símbolo de amenaza y poder que se cierne sobre nosotros.
A los extraterrestres se les suele llamar comúnmente "marcianos" así vengan de otras galaxias. Por eso no es de extrañar que cuando la humanidad busca señales e indicios de vida en otros planetas, apunte a Marte.
En abril de 2004, la NASA envió al planeta vecino dos robots móviles con el fin de explorar su composición geológica: Spirit y Opportunity.
Y a finales de este año la agencia espacial estadounidense sumará un tercer vehículo a la exploración:
Curiosity tratará de descubrir si hubo vida en dicho planeta.
Tanto Opportunity como Spirit fueron diseñados para llevar a cabo una misión de tres meses en suelo marciano buscando huellas geológicas que permitieran saber más del planeta.
No tardaron mucho tiempo en tener éxito. Ambos exploradores descubrieron en las rocas que estudiaron evidencia de que tiempo atrás agua salada había fluido libremente por dichos lugares.
Los hallazgos hicieron pensar que el ambiente marciano en algún momento de la historia habría tenido condiciones favorables para el desarrollo de vida. Pero esa no era la misión de estos robots que no eran otra cosa que geólogos espaciales.
Una vez que los tres meses de su misión se agotaron, su trabajo continuó y se extendió casi seis años en el caso de Spirit y acumulado más de siete en el caso de Opportunity.
El primero "falleció" en marzo de 2010. Spirit -a diferencia de su colega- enfrentó desde el principio condiciones adversas, amartizando en un lugar equivocado, padeciendo los duros efectos del invierno marciano -al explorar en un polo más agreste que su contraparte- y las constantes descargas de partículas solares y arena del lugar.
El 25 de mayo de este año, tras enviar más de 1.200 comandos de recuperación para intentar reestablecer comunicación con el robot, la NASA lo dio por perdido.
Antes le dedicó estas palabras: "Marte ya no es un lugar desconocido, distante y extraño. Marte está ahora en nuestro vecindario y todos vamos ahí a trabajar todos los días. Gracias, Spirit. Buen trabajo, pequeño explorador".
Pero más allá de la melancolía y el afecto que sólo los entusiastas de la tecnología pueden sentir por una máquina, lo cierto es que tanto Spirit como Opportunity -que aún sigue tomando fotos- representaron un punto de quiebre en la exploración marciana.
Gracias a su descubrimiento de una remota presencia de agua en el planeta, la NASA está preparando una nueva misión robótica a Marte con el objetivo de encontrar rastros de que la presencia del vital líquido produjo vida.
Entre el 25 de noviembre y el 18 de diciembre de 2011, Curiosity despegará de la Tierra rumbo al planeta rojo al que deberá arribar en 2012.
Tres veces más grande y pesado que sus predecesores, el nuevo explorador está mejor equipado para lidiar con las duras condiciones del planeta y, más importante aún, cuenta con las herramientas necesarias para buscar "compuestos orgánicos" que puedan comprobar que en Marte, alguna vez, hubo vida.
Aún no se sabe a qué región llegará, pero la NASA promete que será uno de los lugares más enigmáticos de Marte. Ya tiene cuatro candidatos, sólo espera definir al finalista.
Curiosity estará activo casi dos años en el planeta vecino y tratará de responder una de las preguntas que más inquietud ha causado en la historia de la humanidad: ¿ha habido vida en otros planetas?
Vivimos, no hay duda, en tiempos interesantes.
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